Znaleziono 1393 Wyniki dla: Dan

  • Entiendan, pues, que hablar en lenguas es una señal para quienes no creen, pero no para los creyentes; en cambio, la profecía es para los creyentes, no para los que no creen. (1º Carta a los Corintios 14, 22)

  • Todos ustedes podrían profetizar, pero uno por uno, para que todos aprendan y todos sean motivados, (1º Carta a los Corintios 14, 31)

  • Por lo tanto, hermanos, aspiren al don de la profecía y no impidan que se hable en lenguas, (1º Carta a los Corintios 14, 39)

  • y por ella se salvarán si la guardan tal como yo se la anuncié, a no ser que hayan creído cosas que no son. (1º Carta a los Corintios 15, 2)

  • Todos mueren por estar incluidos en Adán, y todos también recibirán la vida en Cristo. (1º Carta a los Corintios 15, 22)

  • Está escrito que el primer Adán era hombre dotado de aliento y vida; el último Adán, en cambio, será espíritu que da vida. (1º Carta a los Corintios 15, 45)

  • Entiéndanme bien, hermanos: lo que es carne y sangre no puede entrar en el Reino de Dios. En la vida que nunca terminará no hay lugar para las fuerzas de descomposición. (1º Carta a los Corintios 15, 50)

  • Los saludan las Iglesias de Asia. Aquila y Prisca los saludan en el Señor, junto con la Iglesia que se reúne en su casa. (1º Carta a los Corintios 16, 19)

  • Los saludan todos los hermanos. Salúdense unos a otros con el beso santo. (1º Carta a los Corintios 16, 20)

  • Pablo, apóstol de Cristo Jesús por voluntad de Dios, y el hermano Timoteo saludan a la Iglesia de Dios que está en Corinto, y a los santos que viven en toda Acaya. (2º Carta a los Corintios 1, 1)

  • Pues en la misma medida en que los sufrimientos de Cristo recaen abundantemente sobre nosotros, el consuelo de Cristo también nos llega con mayor abundancia. (2º Carta a los Corintios 1, 5)

  • Con esa visión del temor al Señor procuramos convencer a los hombres viviendo con sinceridad ante Dios, y confío que también ustedes se dan cuenta de que no disimulamos nada. (2º Carta a los Corintios 5, 11)


“De que vale perder-se em vãos temores?” São Padre Pio de Pietrelcina