Znaleziono 416 Wyniki dla: Cristo
Pues han muerto, y su vida está ahora escondida con Cristo en Dios. (Carta a los Colosenses 3, 3)
Ahí no se hace distinción entre judío y griego, pueblo circuncidado y pueblo pagano; ya no hay extranjero, bárbaro, esclavo u hombre libre, sino que Cristo es todo en todos. (Carta a los Colosenses 3, 11)
Así la paz de Cristo reinará en sus corazones, pues para esto fueron llamados y reunidos. Finalmente, sean agradecidos. (Carta a los Colosenses 3, 15)
Que la palabra de Cristo habite en ustedes y esté a sus anchas. Tengan sabiduría, para que se puedan aconsejar unos a otros y se afirmen mutuamente con salmos, himnos y alabanzas espontáneas. Que la gracia ponga en sus corazones un cántico a Dios, (Carta a los Colosenses 3, 16)
Bien saben que el Señor los recompensará dándoles la herencia prometida. Su señor es Cristo y están a su servicio. (Carta a los Colosenses 3, 24)
oren también por nosotros, para que Dios nos dé palabras y pueda yo anunciar el misterio de Cristo. Por ese misterio estoy atado con cadenas; (Carta a los Colosenses 4, 3)
Reciban saludos de su compatriota Epafras; es un buen servidor de Cristo Jesús que siempre está orando fervientemente por ustedes para que sean perfectos y produzcan todos los frutos que Dios desea. (Carta a los Colosenses 4, 12)
Pablo, Silvano y Timoteo, a la Iglesia de los tesalonicenses, congregada en Dios Padre y en Cristo Jesús el Señor: Permanezcan con ustedes la gracia y la paz. (1º Carta a los Tesalonicenses 1, 1)
recordamos ante Dios, nuestro Padre, su fe que produce frutos, su amor que sabe actuar, su espera de Cristo Jesús, nuestro Señor, que no se desanima. (1º Carta a los Tesalonicenses 1, 3)
a pesar de que, como apóstoles de Cristo, hubiéramos podido ser pesados. Por el contrario nos hicimos pequeños entre ustedes, imitando a la madre que juega con su criatura. (1º Carta a los Tesalonicenses 2, 7)
De hecho, hermanos, les tocó imitar a las Iglesias de Dios en Judea, Iglesias de Cristo Jesús, pues han sido perseguidos por sus compatriotas del mismo modo que ellos lo fueron por los judíos. (1º Carta a los Tesalonicenses 2, 14)
y enviarles a Timoteo, hermano nuestro, que junto con nosotros trabaja con Dios por el Evangelio de Cristo. El debía fortalecerles y animarlos en la fe (1º Carta a los Tesalonicenses 3, 2)