Znaleziono 973 Wyniki dla: Ciudad de Silo
En ese momento se produjo un violento terremoto y se derrumbó la décima parte de la ciudad, pereciendo en el cataclismo siete mil personas. Los supervivientes se llenaron de espanto y reconocieron al Dios del cielo. (Apocalipsis 11, 13)
Las uvas fueron exprimidas fuera de la ciudad, y del lagar brotó tanta sangre que llegó hasta la altura de los frenos de los caballos, en una extensión de mil seiscientos estadios. (Apocalipsis 14, 20)
La Gran Ciudad se abrió en tres partes y las ciudades de las naciones se desplomaron. Acababan de acordarse ante Dios de la Gran Babilonia y le iban a pasar la copa del vino puro de su ira. (Apocalipsis 16, 19)
Esa mujer que has visto es la Gran Ciudad, la que reina sobre los reyes del mundo entero.» (Apocalipsis 17, 18)
Se detendrán a distancia aterrados ante su suplicio y exclamarán: «¡Ay, ay de la gran Ciudad! ¡Babilonia, ciudad poderosa, que en una hora te arrasó el juicio!» (Apocalipsis 18, 10)
dirán a gritos: «¡Ay, ay, Gran Ciudad, la que se vestía de lino, púrpura y escarlata, y resplandecía de oro, piedras preciosas y perlas! (Apocalipsis 18, 16)
y gritaron al contemplar la humareda de su incendio: «¿Dónde se ha visto jamás ciudad como ésta?» (Apocalipsis 18, 18)
Y echando polvo sobre su cabeza, decían llorando y lamentándose: «¡Ay, ay de la Gran Ciudad, donde se hicieron muy ricos, gracias a su lujo, cuantos tenían naves en el mar! ¡En una hora ha quedado devastada!» (Apocalipsis 18, 19)
Entonces un ángel poderoso tomó una piedra, tan enorme como una piedra de molino, y la arrojó al mar, diciendo: «Así, con igual violencia, será arrojada Babilonia, la Gran Ciudad, y no se volverá a ver más. (Apocalipsis 18, 21)
En esta ciudad fue hallada sangre de profetas y santos, y de todos los que fueron degollados en la tierra.» (Apocalipsis 18, 24)
Invadieron el país entero y cercaron el campamento de los santos, la Ciudad muy amada, pero bajó fuego del cielo y los devoró. (Apocalipsis 20, 9)
Y vi a la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia que se adorna para recibir a su esposo. (Apocalipsis 21, 2)