Znaleziono 230 Wyniki dla: �Sean

  • Yo ya no estoy más en el mundo, pero ellos se quedan en el mundo, mientras yo vuelvo a ti. Padre Santo, guárdalos en ese Nombre tuyo que a mí me diste, para que sean uno como nosotros. (Evangelio según San Juan 17, 11)

  • y por ellos ofrezco el sacrificio, para que también ellos sean consagrados en la verdad. (Evangelio según San Juan 17, 19)

  • Que todos sean uno como tú, Padre, estás en mí y yo en ti. Que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. (Evangelio según San Juan 17, 21)

  • Yo les he dado la Gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: (Evangelio según San Juan 17, 22)

  • Escuchen lo que sucederá en los últimos días, dice Dios: derramaré mi Espíritu sobre cualesquiera que sean los mortales. Sus hijos e hijas profetizarán, los jóvenes tendrán visiones y los ancianos tendrán sueños proféticos. (Hecho de los Apóstoles 2, 17)

  • Pedro les contestó: «Arrepiéntanse, y que cada uno de ustedes se haga bautizar en el Nombre de Jesús, el Mesías, para que sus pecados sean perdonados. Entonces recibirán el don del Espíritu Santo. (Hecho de los Apóstoles 2, 38)

  • Arrepiéntanse, pues, y conviértanse, para que sean borrados sus pecados. Así el Señor hará llegar el tiempo del alivio, (Hecho de los Apóstoles 3, 19)

  • Si de verdad somos del linaje de Dios, no debemos pensar que la divinidad se parezca a las creaciones del arte y de la fantasía humanas, ya sean de oro, plata o piedra. (Hecho de los Apóstoles 17, 29)

  • Pues me siento en obligación con todos, ya sean griegos o extranjeros, cultos o sin estudios, (Carta a los Romanos 1, 14)

  • No le entreguen sus miembros, que vendrían a ser como malas armas al servicio del pecado. Por el contrario, ofrézcanse ustedes mismos a Dios, como quienes han vuelto de la muerte a la vida, y que sus miembros sean como armas santas al servicio de Dios. (Carta a los Romanos 6, 13)

  • ¡Gracias sean dadas a Dios, por Jesucristo, nuestro Señor! En resumen: por mi conciencia me someto a la Ley de Dios, mientras que por la carne sirvo a la ley del pecado. (Carta a los Romanos 7, 25)

  • ya sean del cielo o de los abismos, ni ninguna otra criatura podrán apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor. (Carta a los Romanos 8, 39)


“Comunguemos com santo temor e com grande amor.” São Padre Pio de Pietrelcina