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Proverbios, 21

27. Yavé siente horror por el sacrificio de los malvados, sobre todo si ofrecen con una mala intención.

Wersety związane z Proverbios, 21:

El Capítulo 21 del libro de Proverbios aborda temas relacionados con la justicia, la sabiduría y el comportamiento humano. Proverbios 21:3 destaca la importancia de practicar la justicia y la ley, mientras que Proverbios 21:9 advierte sobre la dificultad de vivir con personas pendenciantes y conflictivas. Proverbios 21:13 enfatiza la importancia de ayudar a Needy and Proverbs 21:21 señala que aquellos que buscan justicia y misericordia encontrarán vida, justicia y honor. Finalmente, Proverbios 21:23 destaca la importancia de mantener la boca y mantener la lengua bajo control, evitando el chismes y la difamación.

Isaías 1:17: "Aprende a hacer el bien; busca justicia, termina con opresión, haz justicia al huérfano, defiende la causa de la viuda". Este versículo fomenta la práctica de la justicia, así como los proverbios 21:3.

Proverbios 20:3: "El honor es del hombre para desviarse de los problemas, pero todo lo tonto es curioso". Este versículo destaca la importancia de evitar conflictos y peleas, así como Proverbios 21:9.

Salmo 112:9: "Se ha extendido a los necesitados; su justicia subsiste para siempre, su poder se exaltará en gloria". Este versículo enfatiza la importancia de ayudar a los necesitados, así como a los proverbios 21:13.

Isaías 56:1: "Así dice el Señor, mantén el juicio y hace justicia, porque mi salvación está a punto de venir, y mi justicia para hablar". Este versículo destaca la importancia de la justicia, así como los proverbios 21:3 y 21:21.

Salmo 34:13: "Mantén tu lengua del mal y tus labios para decir el error". Este versículo enfatiza la importancia de controlar el lenguaje, evitar los chismes y la difamación, así como los proverbios 21:23.





“Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina