7. Al pobre lo rechazan todos sus hermanos, con mayor razón sus amigos. ¿Con quién hablar? Nadie se presenta.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina