Nehemías, 4
17. Pero yo, mis hermanos, mi gente y los hombres de guardia que me seguían, no nos quitábamos la ropa para dormir. Cada uno llevaba sus armas encima.
17. Pero yo, mis hermanos, mi gente y los hombres de guardia que me seguían, no nos quitábamos la ropa para dormir. Cada uno llevaba sus armas encima.
“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina