Jueces, 3
31. Luego vino Samgar, hijo de Anat, que derrotó a seiscientos hombres de los filisteos con una picana de bueyes, salvando también él a Israel.
31. Luego vino Samgar, hijo de Anat, que derrotó a seiscientos hombres de los filisteos con una picana de bueyes, salvando también él a Israel.
“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina