3. El fuego devora delante de él, detrás de él la llama abrasa. Delante de él, un jardín de delicias; detrás de él queda un desierto. No hay nada que se pueda salvar.





“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina