10. La discusión se hizo tan violenta que el capitán tuvo miedo de que despedazaran a Pablo. Ordenó, entonces, que vinieran los soldados, sacaran a Pablo de allí y lo llevaran de nuevo a la fortaleza.





O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina