Ester, 11
5. que resonaban los truenos, temblaba la tierra y reinaba un gran pánico en todo el mundo. Y veía a dos enormes dragones que se enfrentaban, listos para atacarse, lanzando rugidos.
5. que resonaban los truenos, temblaba la tierra y reinaba un gran pánico en todo el mundo. Y veía a dos enormes dragones que se enfrentaban, listos para atacarse, lanzando rugidos.
“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina