5. Después siguieron ofreciendo el sacrificio perpetuo y los sacrificios de los sábados, de las lunas nuevas, y todas las solemnidades de Yavé, además de lo que cada uno voluntariamente quería ofrecer a Yavé.





“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina