69. Porque así como no es buen guardián de un melonar un espantapájaros, así son sus dioses de madera, de plata y de oro.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina