26. El rey, entonces, envió a Nicanor, uno de sus más ilustres generales y enemigo declarado de Israel, dándole la misión de exterminar al pueblo.





“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina