14. Pues el esposo no creyente es santificado mediante su esposa, y la esposa no creyente es santificada mediante su marido cristiano. De no ser así, también sus hijos estarían lejos de Dios, mientras que en realidad ya han sido consagrados.





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina