Juan, 7
22. Moisés os dio la circuncisión (no que provenga de Moisés, sino de los patriarcas) y vosotros circuncidáis a uno en sábado.
22. Moisés os dio la circuncisión (no que provenga de Moisés, sino de los patriarcas) y vosotros circuncidáis a uno en sábado.
En el Capítulo 7 del Evangelio de Juan, Jesús va a Jerusalén para la Fiesta de los Tabernáculos y enseña en el Templo. Se enfrenta a la oposición de los líderes religiosos y habla sobre su misión y su relación con Dios. A continuación se presentan cinco versos bíblicos relacionados con los temas abordados en Juan 7:
Proverbios 1:22 - "¿Cuánto tiempo, oh simple, simplicidad amarilla? ¿Y desearás la burla? Y estás loco, ¿tendrás conocimiento?" - Este versículo aborda el rechazo de la sabiduría y el conocimiento, temas que se discuten en Juan 7, donde los líderes religiosos se oponen al mensaje de Jesús.
Juan 5:39 - "Examina las Escrituras, porque te cuidas la vida eterna en ellas, y ellos son los que testifican de mí" - Jesús usa las Escrituras para mostrar su relación con Dios y cumplir con la profecía. Este versículo destaca la importancia de leer y estudiar las Escrituras.
Juan 7:16 - "Mi doctrina no es mía, sino de la que me envió" - Jesús enseña que su mensaje proviene de Dios y no de sí mismo. Este versículo es importante porque Jesús afirma su autoridad y su relación con Dios.
Juan 7:37-38- "En el último día, el gran día de la fiesta, Jesús se preparó y gritó, diciendo, si alguien tiene sed, ven a mí y bebe. Quien cree en mí, como él dice Las Escrituras, los ríos de agua viva saldrán de su útero ". - Este versículo destaca la oferta de Jesús para satisfacer la sed espiritual de las personas y su poder para darle vida eterna.
Juan 7:52 - "Los respondieron, ¿también eres de Galilea? Examina y ve que de Galilea nunca se levantó de un profeta" - Este versículo muestra la incredulidad de los líderes religiosos en Jesús y su origen. Es un ejemplo de la oposición que Jesús enfrenta en su ministerio.
“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina
