II Macabeos, 14
34. Y, dicho esto, se fue. Los sacerdotes con las manos tendidas al cielo, invocaban a Aquél que sin cesar había combatido en favor de nuestra nación, diciendo:
34. Y, dicho esto, se fue. Los sacerdotes con las manos tendidas al cielo, invocaban a Aquél que sin cesar había combatido en favor de nuestra nación, diciendo:
Jesus lhe quer bem, da maneira que só Ele sabe amar.” São Padre Pio de Pietrelcina