1. El rey y Amán llegaron al banquete de Ester.

2. El rey dijo también este segundo día a Ester: "Reina Ester, dime qué quieres y te lo daré; di qué deseas y lo tendrás, aunque sea la mitad de mi reino".

3. Ester le respondió: "Si el rey quiere agradarme, concédeme la vida y la de mi pueblo; ésta es mi petición, éste es mi deseo;

4. pues yo y mi pueblo estamos condenados al exterminio, a la matanza, al aniquilamiento. Si al menos se hubiese tratado de vendernos como esclavos o esclavas, callaría; pero el enemigo no podrá compensar los daños al rey".

5. La interrumpió el rey para preguntarle: "¿Quién es y dónde está el hombre al que se le ha ocurrido tal cosa?".

6. Ester respondió: "El opresor, nuestro enemigo, es este perverso de Amán". Amán entonces se llenó de pánico ante el rey y la reina.

7. El rey, furibundo, se levantó del banquete, y se fue al jardín de palacio; entretanto Amán, comprendiendo que su ruina estaba decretada, se quedó para implorar a Ester por su vida.

8. Cuando el rey volvió del jardín a la sala del banquete, encontró a Amán reclinado sobre el diván en el que estaba reclinada Ester, y gritó: "¿También quieres violentar a la reina delante de mí, en mi palacio?". Al terminar de pronunciar estas palabras, taparon el rostro de Amán, y

9. Harbona, uno de los eunucos del servicio del rey, dijo: "La horca de veinticinco metros de altura que Amán ha preparado para Mardoqueo, que habló en favor del rey, está en casa de Amán". El rey dijo: "Colgadlo".

10. Amán fue ahorcado en el patíbulo que había preparado para Mardoqueo, y entonces se aplacó la ira del rey.





“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina