9. Me dirigí, pues, a los gobernadores de Transeufratina y les entregué las cartas del rey. El rey me había hecho escoltar por oficiales del ejército y gente de a caballo.





“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina