4. Debajo de él los montes se derriten, y los valles se hienden, como la cera al fuego, como aguas que se precipitan por una pendiente.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina