12. Y sucedió que, estando en una ciudad, se presentó un hombre cubierto de lepra que, al ver a Jesús, se echó rostro en tierra, y le rogó diciendo: «Señor, si quieres, puedes limpiarme.»





“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina