I Macabeos, 7
32. Cayeron unos quinientos hombres del ejército de Nicanor y los demás huyeron a la Ciudad de David.
32. Cayeron unos quinientos hombres del ejército de Nicanor y los demás huyeron a la Ciudad de David.
“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina