Cattolica Bibbia
 

Génesis, 29

34. Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y dijo: «Ahora, esta vez, mi marido se aficionará a mí, ya que le he dado tres hijos.» Por eso le llamó Leví.

Versi relativi a Génesis, 29:

Génesis 29 informa la llegada de Jacob a la tierra de Padon-Wagon, donde encuentra su paternidad y conoce a Rachel, quien se enamora. Luego trabaja durante siete años para casarse con ella, pero es engañado por Labán, quien le da lia en lugar de Rachel. Jacob luego trabaja durante otros siete años para casarse con Rachel.

Proverbios 5:18-19: "Bendita tu primavera, y regocíjate con la mujer de tu juventud. Como Cervo amoroso, y Gazella elegante, tus senos se sentaron en todo momento; y por tu amor te atrae perpetuamente". Jacob amaba a Rachel a primera vista y trabajó siete años para tenerla como esposa.

Génesis 29:20: "Entonces, por lo tanto, Jacob sirvió durante Rachel siete años; y le parecieron como unos pocos días, por mucho que la amaba". Jacob trabajó durante siete años por Sake Raquel y el tiempo le pasó rápidamente.

Eclesiastés 4:9: "Es mejor tener dos que uno, porque tienen mejor pagar por su trabajo". Jacob trabajó durante siete años para Raquel, y siete años para Lia y por el amor de ellos.

Proverbios 20:14: "Malo, malo, dice el comprador, pero después de ir, luego hierve". Jacob trabajó siete años para tener a Rachel como su esposa, pero fue engañado por Labán, quien le dio lia en lugar de ella.

1 Corintios 13:4-7: "El amor es sufre, es benigno; el amor no es envidioso; el amor no se jacta, no se enseña a sí mismo, no se comporta de manera inconveniente, no busca sus propios intereses, no irritados, irritados, Ningún sospechoso mal; no se regocija en la injusticia, sino que se regocija con la verdad ". Jacob amaba tanto a Raquel que trabajó para ella durante 14 años, apoyando las dificultades y el error de Labán.





“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina