3. También te ruego a ti, Sícigo, verdadero «compañero», que las ayudes, ya que lucharon por el Evangelio a mi lado, lo mismo que Clemente y demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.





A firmeza de todo o edifício depende da fundação e do teto! São Padre Pio de Pietrelcina