28. También el herrero sentado junto al yunque, atento a los trabajos del hierro; el vaho del fuego sus carnes derrite, en el calor de la fragua se debate, el ruido del martillo le ensordece, y en el modelo del objeto tiene fijos sus ojos; pone su corazón en concluir sus obras, y sus vigilias en adornarlas al detalle.





“Submeter-se não significa ser escravo, mas ser livre para receber santos conselhos.” São Padre Pio de Pietrelcina