Eclesiastés, 5

La Biblia de Jerusalén

1 No te precipites a hablar, ni tu corazón se apresure a pronunciar una palabra ante Dios. Pues Dios está en el cielo, pero tú en la tierra: sean por tanto pocas tus palabras.

2 Porque, los sueños vienen de las muchas tareas. la voz necia, de las muchas palabras.

3 Si haces voto a Dios, no tardes en cumplirlo; pues no le agradan los necios. El voto que has hecho, cúmplelo.

4 Es mejor no hacer votos que hacerlos y no cumplirlos.

5 No permitas que tu boca haga de ti un pecador, y luego digas ante el Mensajero que fue inadvertencia. ¿Por qué deberá Dios irritarse por tu palabra y destruir la obra de tus manos?

6 Cuantos los sueños, tantas las vanidades y las muchas palabras. Pero tú teme a Dios.

7 Si en la región ves la opresión del pobre y la violación del derecho y de la justicia, no te asombres por eso. Se te dirá que una dignidad vigila sobre otra dignidad, y otra más dignas sobre ambas.

8 Se invocará el interés común y el servicio del rey.

9 Quien ama el dinero, no se harta de él, y para quien ama riquezas, no bastas ganancias. También esto es vanidad.

10 A muchos bienes, muchos que los devoren; y ¿de qué más sirven a su dueño que de espectáculo para sus ojos?

11 Dulce el sueño del obrero, coma poco o coma mucho; pero al rico la hartura no le deja dormir.

12 Hay un grave mal que yo he visto bajo el sol: riqueza guardada para su dueño, y que solo sirve para su mal,

13 pues las riquezas perecen en un mal negocio, y cuando engendra un hijo, nada queda ya en su mano.

14 Como salió del vientre de su madre, desnudo volverá, como ha venido; y nada podrá sacar de sus fatigas que pueda llevar en la mano.

15 También esto es grave mal: que tal como vino, se vaya; y ¿de qué le vale el fatigarse para el viento?

16 Todos los días pasa en oscuridad, pena, fastidio, enfermedad y rabia.

17 Esto he experimentado: lo mejor para el hombre es comer, beber y disfrutar en todos sus fatigosos afanes bajo el sol, en los contados días de la vida que Dios le da; porque esta es su paga.

18 Y además: cuando a cualquier hombre Dios da riquezas y tesoros, le deja disfrutar de ellos, tomar su paga y holgarse en medio de sus fatigas, esto es un don de Dios.

19 Porque así no recuerda mucho los días de su vida, mientras Dios le llena de alegría el corazón.




Versículos relacionados com Eclesiastés, 5:

Eclesiastés 5 se ocupa de la necesidad de satisfacer los votos hechos a Dios, evitar hablar demasiado y ser sabio al hablar, y no poner confianza en la riqueza. A continuación hay cinco versos relacionados con estos temas:

Salmo 50:14-15: "Ofrezca a Dios un sacrificio de gratitud y cumpla tus votos al Altísimo. Llame el día de la angustia; te entregaré y me honraré". Este versículo habla sobre la importancia de cumplir con los votos hechos a Dios y gritarle en tiempos difíciles.

Proverbios 10:19: "Cuando las palabras son muchas, el pecado está presente, pero quién controla la lengua es sabia". Este versículo enfatiza la importancia de pensar antes de hablar y evitar hablar demasiado.

1 Timothy 6:17: "Orden a aquellos que son ricos en el mundo actual que no son arrogantes, ni ponen su esperanza en la incertidumbre de la riqueza, pero en Dios, que nos proporciona ricamente nuestra satisfacción". Este versículo destaca la importancia de no poner confianza en la riqueza, sino en Dios.

Proverbios 20:25: "Es una trampa consagrar algo apresuradamente, y solo pensar en las consecuencias después de que se haya hecho la votación". Este versículo refuerza la importancia de pensar cuidadosamente antes de hacer un voto a Dios.

Santiago 1:19-20: "Mis amados hermanos, tengan esto en cuenta," Esté listo para escuchar, tarde para hablar y tarde para enojarse, porque la ira del hombre no produce la justicia de Dios ". Este versículo enfatiza la importancia de ser sabio al hablar y controlar la ira.


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