3. Entonces Jefté huyó lejos de sus hermanos, y se estableció en la región de Tob. Allí se le juntaron unos cuantos aventureros, que lo acompañaban en sus correrías.





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina