2. Ve a gritar a los oídos de Jerusalén: Así habla el Señor: Recuerdo muy bien la fidelidad de tu juventud, el amor de tus desposorios, cuando me seguías por el desierto, por una tierra sin cultivar.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina