Isaías, 43
8. ¡Hagan salir al pueblo ciego, pero que tiene ojos, sordo, pero que tiene oídos!
8. ¡Hagan salir al pueblo ciego, pero que tiene ojos, sordo, pero que tiene oídos!
“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina