25. Entonces Jehú dijo a Bidcar, su escudero: "Levántalo y arrójalo en la parcela del campo de Nabot el izreelita. Acuérdate que cuanto tú y yo cabalgábamos a la par, detrás de su padre Ajab, el Señor pronunció contra él esta sentencia:





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina