37. Ella entró y cayó a los pies de Eliseo con el rostro en tierra. Después levantó a su hijo y salió.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina