22. Apenas apareció el primer batallón de Judas, el pánico y el terror se apoderaron de los enemigos, porque se manifestó ante ellos Aquel que todo lo ve. Entonces huyeron en todas direcciones, de manera que muchas veces se herían unos a otros y se atravesaban entre ellos mismos con sus espadas.





“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina