25. y en cada una de las ciudades de Judá erigió lugares altos para quemar incienso a los dioses extranjeros, provocando así la indignación del Señor, el Dios de sus padres.





“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina