2. Conozco a un discípulo de Cristo que hace catorce años -no sé si con el cuerpo o fuera de él, ¡Dios lo sabe!- fue arrebatado al tercer cielo.





“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina