16. En efecto, es realmente grande el misterio que veneramos: Él se manifestó en la carne, fue justificado en el Espíritu, contemplado por los ángeles, proclamado a los paganos, creído en el mundo y elevado a la gloria.





“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina