1. Arroja tu pan sobre la superficie del agua y, a la larga, lo volverás a encontrar.

2. Da una parte a siete, y aun a ocho personas, porque ignoras qué calamidades pueden venir sobre la tierra.

3. Cuando las nubes se llenan, derraman lluvia sobre la tierra; y si un árbol cae hacia el sur o hacia el norte, queda en el mismo lugar donde cayó.

4. El que mira el viento no siembra y el que mira las nubes no cosecha.

5. Así como ignoras cómo llega el aliento vital a los huesos en el seno de la mujer embarazada, así también ignoras la obra de Dios, que hace todas las cosas.

6. Siembra tu semilla por la mañana y no dejes que tu brazo descanse hasta la tarde, porque no sabes si es esto o aquello lo que va a prosperar, o si ambas cosas son igualmente buenas.

7. Dulce es la luz y es bueno para los ojos ver la luz del sol.

8. Si un hombre vive muchos años, que disfrute de todos ellos, pero recuerde que serán muchos los días sombríos y que todo lo que sucede es vanidad.

9. Alégrate, muchacho, mientras eres joven, y que tu corazón sea feliz en tus años juveniles. Sigue los impulsos de tu corazón y lo que es un incentivo para tus ojos; pero ten presente que por todo eso Dios te llamará a juicio.

10. Aparta de tu corazón la tristeza y aleja de tu carne el dolor, porque la juventud y la aurora de la vida pasan fugazmente.





“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina