9. No abrigues en tu corazón estos perversos pensamientos: "Ya está cerca el séptimo año, el año de la remisión", mirando por eso con malos ojos a tu hermano pobre, para no darle nada. Porque él apelaría al Señor y tú te harías culpable de un pecado.





“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina