21. Cuando se acercó a él, llamó a Daniel con voz angustiosa. El rey tomó la palabra y dijo a Daniel: "Daniel, servidor del Dios viviente, ¿ha podido tu Dios, al que sirves con tanta constancia, salvarte de los leones?".





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina