Fondare 106 Risultati per: victoria de Jericó

  • Las ciudades de la tribu de los hijos de Benjamín, por clanes, fueron: Jericó, Bet Joglá, Emeq Quesís; (Josué 18, 21)

  • En Transjordania, al oriente de Jericó, se designó Béser, de la tribu de Rubén, en el desierto, en el llano; Ramot en Galaad, de la tribu de Gad, y Golán en Basán, de la tribu de Manasés. (Josué 20, 8)

  • «Pasasteis el Jordán y llegasteis a Jericó; pero las gentes de Jericó os hicieron la guerra, igual que los amorreos, los perizitas, los cananeos, los hititas, los guirgasitas, los jivitas y los jebuseos, pero yo los entregué en vuestras manos. (Josué 24, 11)

  • Baraq le respondió: «Si vienes tú conmigo, voy. Pero si no vienes conmigo, no voy, porque no sé en qué día me dará la victoria el Angel de Yahveh.» (Jueces 4, 8)

  • Entonces sintió una sed terrible e invocó a Yahveh diciendo: «Tú has logrado esta gran victoria por mano de tu siervo y ahora ¿voy a morir de sed y a caer en manos de los incircuncisos?» (Jueces 15, 18)

  • Jonatán dijo a su escudero: «Ven, crucemos hasta la avanzadilla de esos incircuncisos. Acaso Yahveh haga algo por nosotros, porque nada impide a Yahveh dar la victoria con pocos o con muchos.» (I Samuel 14, 6)

  • Aquel día Yahveh dio la victoria a Israel. El combate se extendió más allá de Bet Jorón. (I Samuel 14, 23)

  • Pero el pueblo dijo a Saúl: «¿Es que va a morir Jonatán siendo él quien ha conseguido esta gran victoria en Israel? ¡Dios nos libre! ¡Vive Yahveh! que no caerá en tierra ni un cabello de su cabeza, porque con ayuda de Dios lo hizo.» Así rescató el pueblo a Jonatán y no murió. (I Samuel 14, 45)

  • Puso su vida en peligro, mató al filisteo y concedió Yahveh una gran victoria para todo Israel. Tú lo viste y te alegraste. ¿Por qué, pues, vas a pecar contra sangre inocente haciendo morir a David sin motivo?» (I Samuel 19, 5)

  • David se hizo famoso cuando volvió de su victoria sobre los edomitas, en el valle de la Sal, en número de 18.000. (II Samuel 8, 13)

  • Se lo comunicaron a David y envió gente a su encuentro porque los hombres estaban cubiertos de vergüenza; el rey les mandó a decir: «Quedaos en Jericó hasta que os crezca la barba; después volveréis.» (II Samuel 10, 5)

  • La victoria se trocó en duelo aquel día para todo el pueblo, porque aquel día supo el pueblo que el rey estaba desolado por su hijo. (II Samuel 19, 3)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina