Fondare 227 Risultati per: trono blanco
Así dice Yahveh: Los cielos son mi trono y la tierra el estrado de mis pies, Pues ¿qué casa vais a edificarme, o qué lugar para mi reposo, (Isaías 66, 1)
En aquel tiempo llamarán a Jerusalén «Trono de Yahveh» y se incorporarán a ella todas las naciones en el nombre de Yahveh, en Jerusalén, sin seguir más la dureza de sus perversos corazones. (Jeremías 3, 17)
Entonces les dices: «Pues así dice Yahveh: He aquí que yo lleno de borrachera a todos los habitantes de esta tierra, a los reyes sucesores de David en el trono, a los sacerdotes y profetas y a todos los habitantes de Jerusalén, (Jeremías 13, 13)
entonces entrarán por las puertas de esta ciudad reyes que se sienten sobre el trono de David, montados en carros y caballos, ellos y sus oficiales, la gente de Judá y los habitantes de Jerusalén. Y durará esta ciudad para siempre. (Jeremías 17, 25)
Dirás: Oye la palabra de Yahveh, tú, rey de Judá, que ocupas el trono de David, y tus servidores y pueblo - los que entran por estas puertas -. (Jeremías 22, 2)
Porque si ponéis en práctica esta palabra, entonces seguirán entrando por las puertas de esta casa reyes sucesores de David en el trono, montados en carros y caballos, junto con sus servidores y su pueblo. (Jeremías 22, 4)
Así dice Yahveh: Inscribid a este hombre: «Un sin hijos, un fracasado en la vida»; porque ninguno de su descendencia tendrá la suerte de sentarse en el trono de David y de ser jamás señor en Judá. (Jeremías 22, 30)
Pues así dice Yahveh: No le faltará a David quien se siente en el trono de la casa de Israel; (Jeremías 33, 17)
entonces también mi alianza romperíais con mi siervo David, de suerte que le falte un hijo que reine sobre su trono y con los levitas sacerdotes, mis servidores. (Jeremías 33, 21)
Por tanto, así dice Yahveh a propósito de Yoyaquim, rey de Judá: No tendrá quien le suceda en el trono de David y su propio cadáver yacerá tirado, expuesto al calor del día y al frío de la noche. (Jeremías 36, 30)
Pondré mi trono en Elam y haré desaparecer de allí a rey y jefes - oráculo de Yahveh -. (Jeremías 49, 38)
Ha tensado su arco y me ha fijado como blanco de sus flechas. (Lamentaciones 3, 12)