Fondare 269 Risultati per: tierras conquistadas por josué 12
Josué los llamó y les dijo: «¿Por qué nos habéis engañado diciendo: «Vivimos muy lejos de vosotros», siendo así que habitáis en medio de nosotros? (Josué 9, 22)
Le respondieron a Josué: «Es que tus siervos estaban bien enterados de la orden que había dado Yahveh tu Dios a Moisés su siervo, de entregaros todo este país y exterminar delante de vosotros a todos sus habitantes. Temimos mucho por nuestras vidas a vuestra llegada y por eso hemos hecho esto. (Josué 9, 24)
Aquel día los puso Josué como leñadores y aguadores de la comunidad y del altar de Yahveh hasta el día de hoy, en en lugar que Yahveh había de elegir. (Josué 9, 27)
Sucedió, pues, que Adoni Sédeq, rey de Jerusalén, se enteró de que Josué se había apoderado de Ay y la había consagrado al anatema, haciendo con Ay y su rey como había hecho con Jericó y su rey, y de que los habitantes de Gabaón habían hecho las paces con Israel y que estaban en medio de Israel. (Josué 10, 1)
«Venid en mi auxilio para que derrotemos a Gabaón, pues ha hecho las paces con Josué y con los israelitas.» (Josué 10, 4)
Los gabaonitas mandaron a decir a Josué al campamento de Guilgal: No dejes solos a tus siervos; sube aprisa donde nosotros, sálvanos y socórrenos, porque se han aliado contra nosotros todos los reyes amorreos que habitan en la montaña.» (Josué 10, 6)
Josué subió de Guilgal con toda la gente de guerra y todos los guerreros valientes. (Josué 10, 7)
Y Yahveh dijo a Josué: «No les temas, porque los he puesto en tus manos; ninguno de ellos te podrá resistir.» (Josué 10, 8)
Josué cayó sobre ellos de improviso, tras haber caminado toda la noche desde Guilgal. (Josué 10, 9)
Entonces habló Josué a Yahveh, el día que Yahveh entregó al amorreo en manos de los israelitas, a los ojos de Israel y dijo: «Deténte, sol, en Gabaón, y tú, luna, en el valle de Ayyalón.» (Josué 10, 12)
Josué volvió con todo Israel al campamento de Guilgal. (Josué 10, 15)
Se dio aviso a Josué: «Han sido descubiertos los cinco reyes, escondidos en la cueva de Maqedá.» (Josué 10, 17)