Fondare 471 Risultati per: tercera parte

  • Luego tomó el Testimonio y lo puso en el arca; puso al arca los varales y sobre ella colocó el propiciatorio en la parte superior. (Exodo 40, 20)

  • El sacerdote reservará parte de la oblación como memorial y lo quemará en el altar, como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh. (Levítico 2, 9)

  • El sacerdote quemará, como memorial de la misma, parte del grano majado y del aceite, con todo el incienso, como manjar abrasado para Yahveh. (Levítico 2, 16)

  • El ofrecerá parte del sacrificio de communión como manjar abrasado para Yahveh: el sebo que cubre las entrañas y todo el que hay sobre las mismas; (Levítico 3, 3)

  • El sacerdote ungido tomará parte de la sangre del novillo y la llevará a la Tienda del Encuentro. (Levítico 4, 5)

  • El sacerdote pondrá parte de la sangre en los cuernos del altar del incienso aromático ante Yahveh en la Tienda del Encuentro, y verterá toda la sangre del novillo al pie del altar de los holocaustos que se encuentra a la entrada de la Tienda del Encuentro. (Levítico 4, 7)

  • Luego, el sacerdote ungido llevará parte de la sangre del novillo a la Tienda del Encuentro; (Levítico 4, 16)

  • Pondrá parte de la sangre en los cuernos del altar que se halla ante Yahveh en la Tienda del Encuentro, y derramará el resto de la sangre al pie del altar de los holocaustos, situado a la entrada de la Tienda del Encuentro. (Levítico 4, 18)

  • El sacerdote hará expíación por él, a causa del pecado que cometió en cualquiera de aquellos casos, y se le perdonará. El sacerdote tendrá su parte como en la oblación. (Levítico 5, 13)

  • Todo cuanto toque esta carne quedará consagrado y, si su sangre salpica los vestidos, lavarás en lugar santo la parte salpicada. (Levítico 6, 20)

  • Colocó también la tiara sobre su cabeza y puso en su parte delantera la lámina de oro, la diadema santa, como Yahveh había mandado a Moisés. (Levítico 8, 9)

  • Aarón por su parte meció los pechos y la pierna derecha como ofrenda mecida ante Yahveh conforme Moisés había mandado. (Levítico 9, 21)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina