Fondare 471 Risultati per: tercera parte

  • Y la mayor parte de los hermanos, alentados en el Señor por mis cadenas, tienen mayor intrepidez en anunciar sin temor la Palabra. (Filipenses 1, 14)

  • Me siento apremiado por las dos partes: por una parte, deseo partir y estar con Cristo, lo cual, ciertamente, es con mucho lo mejor; (Filipenses 1, 23)

  • mas, por otra parte, quedarme en la carne es más necesario para vosotros. (Filipenses 1, 24)

  • a los santos de Colosas, hermanos fieles en Cristo. Gracia a vosotros y paz de parte de Dios, nuestro Padre. (Colosenses 1, 2)

  • Una vez que hayáis leído esta carta entre vosotros, procurad que sea también leída en la Iglesia de Laodicea. Y por vuestra parte leed vosotros la que os venga de Laodicea. (Colosenses 4, 16)

  • Por vuestra parte, os hicisteis imitadores nuestros y del Señor, abrazando la Palabra con gozo del Espíritu Santo en medio de muchas tribulaciones. (I Tesalonicenses 1, 6)

  • De ahí que también por nuestra parte no cesemos de dar gracias a Dios porque, al recibir la Palabra de Dios que os predicamos, la acogisteis, no como palabra de hombre, sino cual es en verdad, como Palabra de Dios, que permanece operante en vosotros, los creyentes. (I Tesalonicenses 2, 13)

  • Porque vosotros, hermanos, habéis seguido el ejemplo de las Iglesias de Dios que están en Judea, en Cristo Jesús, pues también vosotros habéis sufrido de vuestros compatriotas las mismas cosas que ellos de parte de los judíos; (I Tesalonicenses 2, 14)

  • Sabéis, en efecto, las instrucciones que os dimos de parte del Señor Jesús. (I Tesalonicenses 4, 2)

  • Gracia a vosotros y paz de parte de Dios Padre y del Señor Jesucristo. (II Tesalonicenses 1, 2)

  • a Timoteo, verdadero hijo mío en la fe. Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro. (I Timoteo 1, 2)

  • a Timoteo, hijo querido. Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús Señor nuestro. (II Timoteo 1, 2)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina