Fondare 957 Risultati per: sea

  • Por favor, que no sea ella como quien nace muerto del seno de su madre, con la carne medio consumida.» (Números 12, 12)

  • Yahveh respondió a Moisés: «Si tu padre le hubiera escupido al rostro, ¿no tendría que pasar siete días de vergüenza? Que quede siete días fuera del campamento y luego sea admitida otra vez. (Números 12, 14)

  • «Envía algunos hombres, uno por cada tribu paterna, para que exploren la tierra de Canaán que voy a dar a los israelitas. Que sean todos principales entre ellos.» (Números 13, 2)

  • por la tribu de Efraím, Hosea, hijo de Nun; (Números 13, 8)

  • Esos son los nombres de los que envió Moisés a explorar el país. Pero a Hosea, hijo de Nun, Moisés le llamo Josué. (Números 13, 16)

  • Pero el que obra con descaro, sea ciudadano o forastero, ultraja a Yahveh. Tal individuo será extirpado de su pueblo, (Números 15, 30)

  • Y habló a la comunidad diciendo: «Apartaos, por favor, de las tiendas de estos hombres malvados, y no toquéis nada de cuanto les pertenece, no sea que perezcáis por todos sus pecados.» (Números 16, 26)

  • Sirven para recordar a los israelitas que no se acerque ningún laico, que no sea de la descendencia de Aarón, a ofrecer el incienso delante de Yahveh; no le ocurra lo que a Coré y a su cuadrilla, según se lo había dicho Yahveh por medio de Moisés. (Números 17, 5)

  • Haz que se acerquen también contigo tus hermanos de la rama de Leví, de la tribu de tu padre. Que sean tus ayudantes y te sirvan a ti y a tus hijos, delante de la Tienda del Testimonio. (Números 18, 2)

  • Dádsela al sacerdote Eleazar. Que la saquen fuera del campamento y sea inmolada en su presencia. (Números 19, 3)

  • Por eso dicen los trovadores: ¡Venid a Jesbón, que sea construida, fortificada, la ciudad de Sijón! (Números 21, 27)

  • ¿Quién contará el polvo de Jacob, quién numerará la polvareda de Israel? Muera mi alma con la muerte de los justos, Sea mi paradero como el suyo.» (Números 23, 10)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina