Fondare 293 Risultati per: sabiduría divina

  • Pe. Abre su boca con sabiduría, lección de amor hay en su lengua. (Proverbios 31, 26)

  • He aplicado mi corazón a investigar y explorar con la sabiduría cuanto acaece bajo el cielo. ¡Mal oficio éste que Dios encomendó a los humanos para que en él se ocuparan! (Eclesiastés 1, 13)

  • Me dije en mi corazón: Tengo una sabiduría grande y extensa, mayor que la de todos mis predecesores en Jerusalén; mi corazón ha contemplado mucha sabiduría y ciencia. (Eclesiastés 1, 16)

  • He aplicado mi corazón a conocer la sabiduría, y también a conocer la locura y la necedad, he comprendido que aun esto mismo es atrapar vientos, (Eclesiastés 1, 17)

  • pues: Donde abunda sabiduría, abundan penas, y quien acumula ciencia, acumula dolor. (Eclesiastés 1, 18)

  • Traté de regalar mi cuerpo con el vino, mientras guardaba mi corazón en la sabiduría, y entregarme a la necedad hasta ver en qué consistía la felicidad de los humanos, lo que hacen bajo el cielo durante los contados días de su vida. (Eclesiastés 2, 3)

  • Seguí engrandeciéndome más que cualquiera de mis predecesores en Jerusalén, y mi sabiduría se mantenía. (Eclesiastés 2, 9)

  • Yo me volví a considerar la sabiduría, la locura y la necedad. ¿Qué hará el hombre que suceda al rey, sino lo que ya otros hicieron? (Eclesiastés 2, 12)

  • Yo vi que la sabiduría aventaja a la necedad, como la luz a las tieneblas. (Eclesiastés 2, 13)

  • Entonces me dice: Como la suerte del necio será la mía, ¿para qué vales, pues, mi sabiduría? Y pensé que hasta eso mismo es vanidad. (Eclesiastés 2, 15)

  • ¿Quién sabe si será sabio o necio? El se hará dueño de todo mi trabajo, lo que realicé con fatiga y sabiduría bajo el sol. También esto es vanidad. (Eclesiastés 2, 19)

  • pues un hombre que se fatigá con sabiduría, ciencia y destreza, a otro que en nada se fatigó da su propia paga. También esto es vanidad y mal grave. (Eclesiastés 2, 21)


“Uma Missa bem assistida em vida será mais útil à sua salvação do que tantas outras que mandarem celebrar por você após sua morte!” São Padre Pio de Pietrelcina