Fondare 205 Risultati per: resurrección de los muertos

  • Manda, pues, que quede asegurado el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos, lo roben y digan luego al pueblo: "Resucitó de entre los muertos", y la última impostura sea peor que la primera.» (Mateo 27, 64)

  • Los guardias, atemorizados ante él, se pusieron a temblar y se quedaron como muertos. (Mateo 28, 4)

  • Y ahora id enseguida a decir a sus discípulos: "Ha resucitado de entre los muertos e irá delante de vosotros a Galilea; allí le veréis." Ya os lo he dicho.» (Mateo 28, 7)

  • Se enteró el rey Herodes, pues su nombre se había hecho célebre. Algunos decían: «Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos y por eso actúan en él fuerzas milagrosas.» (Marcos 6, 14)

  • Y cuando bajaban del monte les ordenó que a nadie contasen lo que habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. (Marcos 9, 9)

  • Ellos observaron esta recomendación, discutiendo entre sí qué era eso de «resucitar de entre los muertos.» (Marcos 9, 10)

  • Se le acercan unos saduceos, esos que niegan que haya resurrección, y le preguntaban: (Marcos 12, 18)

  • En la resurrección, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete la tuvieron por mujer.» (Marcos 12, 23)

  • Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas marido, sino que serán como ángeles en los cielos. (Marcos 12, 25)

  • Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en lo de la zarza, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? (Marcos 12, 26)

  • No es un Dios de muertos, sino de vivos. Estáis en un gran error.» (Marcos 12, 27)

  • Pero después de mi resurrección, iré delante de vosotros a Galilea.» (Marcos 14, 28)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina