Fondare 353 Risultati per: piedras grandes

  • Y ¿qué otro pueblo hay sobre la tierra como tu pueblo Israel, a quien un dios haya ido a rescatar para hacerle su pueblo, dándole renombre por medio de obras grandes y terribles, arrojando naciones de delante de tu pueblo al que rescataste de Egipto? (I Crónicas 17, 21)

  • Mandó, pues, David reunir a los forasteros residentes en la tierra de Israel, y designó canteros que preparasen piedras talladas para la construcción de la Casa de Dios. (I Crónicas 22, 2)

  • Porque David se decía: «Mi hijo Salomón es todavía joven y débil, y la Casa que ha de edificarse para Yahveh debe ser grandiosa sobre toda ponderación, para tener nombre y gloria en todos los países. Así que le haré yo los preparativos.» Hizo David, en efecto, grandes preparativos antes de su muerte. (I Crónicas 22, 5)

  • Pero me fue dirigida la palabra de Yahveh, que me dijo: "Tú has derramado mucha sangre y hecho grandes guerras; no podrás edificar tú la Casa a mi nombre, porque has derramado en tierra mucha sangre delante de mí. (I Crónicas 22, 8)

  • Mira lo que yo he preparado en mi pequeñez para la Casa de Yahveh: 100.000 talentos de oro, un millón de talentos de plata y una cantidad de cobre y de hierro incalculable por su abundancia. He preparado también maderas y piedras que tú podrás aumentar. (I Crónicas 22, 14)

  • Echaron suertes para cada puerta, sobre pequeños y grandes, con arreglo a sus casas paternas. (I Crónicas 26, 13)

  • Con todas mis fuerzas he preparado, con destino a la Casa de mi Dios, el oro para los objetos de oro, la plata para los de plata, el bronce para los de bronce, el hierro para los de hierro, y la madera para los de madera; piedras de ónice y de engaste, piedras brillantes y de varios colores, toda suerte de piedras preciosas y piedras de alabastro en abundancia. (I Crónicas 29, 2)

  • Los que tenían piedras preciosas las entregaron para el tesoro de la Casa de Yahveh, en manos de Yejiel el guersonita . (I Crónicas 29, 8)

  • Hizo el rey que la plata y el oro fuese tan abundante en Jerusalén como las piedras y los cedros, como los sicómoros de la Tierra Baja. (II Crónicas 1, 15)

  • Para adornar la Casa la revistió también de piedras preciosas; el oro era oro de Parvayim. (II Crónicas 3, 6)

  • La reina de Sabá había oído la fama de Salomón, y vino a Jerusalén para probar a Salomón por medio de enigmas, con gran séquito y con camellos que traían aromas, gran cantidad de oro y piedras preciosas. Llegada que fue donde Salomón, le dijo todo cuanto tenía en su corazón. (II Crónicas 9, 1)

  • Dio al rey 120 talentos de oro, gran cantidad de aromas y piedras preciosas. Nunca hubo aromas como los que la reina de Sabá dio al rey Salomón. (II Crónicas 9, 9)


“Vive-se de fé, não de sonhos.” São Padre Pio de Pietrelcina