Fondare 203 Risultati per: ningún

  • ni se acercará a ningún cadáver; ni siquiera por su padre o por su madre puede hacerse impuro. (Levítico 21, 11)

  • pues ningún hombre que tenga defecto corporal ha de acercarse: ni ciego ni cojo ni deforme ni monstruoso, (Levítico 21, 18)

  • Ningún descendiente de Aarón que tenga defecto corporal puede acercarse a ofrecer los manjares que se abrasan en honor de Yahveh. Tiene defecto; no se acercará a ofrecer los manjares que se abrasan en honor de Yahveh. Tiene defecto; no se acercará a ofrecer el alimento de su Dios. (Levítico 21, 21)

  • Ningún descendiente de Aarón, que sea leproso o padezca flujo comerá de las cosas sagradas hasta que se purifique. El que toque lo que es impuro por un cadáver, o el que haya tenido un derrame seminal, (Levítico 22, 4)

  • Ningún laico comerá de las cosas sagradas; ningún huésped del sacerdote ni jornalero suyo comerá de las cosas sagradas. (Levítico 22, 10)

  • Pero si la hija de un sacerdote queda viuda o es repudiada, y sin tener prole vuelve a la casa de su padre, podrá comer del pan de su padre, como en su juventud. Pero ningún laico comerá de él. (Levítico 22, 13)

  • El día primero tendréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo servil. (Levítico 23, 7)

  • Ofreceréis durante siete días manjares abrasados a Yahveh. El séptimo día celebraréis reunión sagrada; no haréis ningún trabajo servil. (Levítico 23, 8)

  • Ese mismo día convocaréis una reunión sagrada; la celebraréis y no haréis ningún trabajo servil. Decreto perpetuo será éste de generación en generacíon dondequiera que habitéis. (Levítico 23, 21)

  • No haréis ningún trabajo servil, y ofreceréis manjares abrasados a Yahveh. (Levítico 23, 25)

  • No haréis en ese mismo día ningún trabajo, pues es el día de Expiación, en el que se ha de hacer la expiación por vosotros delante de Yahveh, vuestro Dios. (Levítico 23, 28)

  • Ningún ser humano consagrado como anatema podrá ser rescatado; deberá morir. (Levítico 27, 29)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina