Fondare 466 Risultati per: nada

  • Nada de lo que a uno pertenece - hombre, animal o campo de su propiedad - que haya sido consagrado a Yahveh con anatema podrá venderse ni rescatarse. Todo anatema es cosa sacratísima para Yahveh. (Levítico 27, 28)

  • En todo el tiempo de su nazireato no tomará nada de lo que se obtiene de la vid, desde el agraz hasta el orujo. (Números 6, 4)

  • No dejarán nada para la mañana, ni le quebrantarán ningún hueso. Según todo el ritual de la Pascua la celebrarán. (Números 9, 12)

  • En cambio ahora tenemos el alma seca. No hay de nada. Nuestros ojos no ven más que el maná.» (Números 11, 6)

  • Yahveh es tardo a la cólera y rico en bondad, tolera iniquidad y rebeldía; aunque nada deja sin castigo, castigando la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación." (Números 14, 18)

  • Así se hará con nada novillo y con las reses menores, cordero o cabrito. (Números 15, 11)

  • Y habló a la comunidad diciendo: «Apartaos, por favor, de las tiendas de estos hombres malvados, y no toquéis nada de cuanto les pertenece, no sea que perezcáis por todos sus pecados.» (Números 16, 26)

  • Y sucedió que, nada más terminar de decir estas palabras, se abrió el suelo debajo de ellos; (Números 16, 31)

  • Respondió Balaam a los siervos de Balaq: «Aunque me diera Balaq su casa llena de plata y oro, no podría traspasar la orden de Yahveh mi Dios en nada, ni poco ni mucho. (Números 22, 18)

  • Respondió el Angel de Yahveh a Balaam: «Vete con esos hombres, pero no dirás nada más que lo que yo te diga.» Balaam marchó con los jefes de Balaq. (Números 22, 35)

  • "Aunque me diera Balaq su casa llena de plata y oro, no podría salirme de la orden de Yahveh, ni hacer por mi cuenta nada, bueno ni malo; lo que me diga Yahveh, eso es lo que diré?" (Números 24, 13)

  • si su padre se entera de su voto o del compromiso que ha contraído, y no le dice nada su padre, serán firmes todos sus votos, y todos los compromisos que ha contraído serán firmes. (Números 30, 5)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina