Fondare 175 Risultati per: mesa de los panes

  • Leví le ofreció en su casa un gran banquete. Había un gran número de publicanos, y de otros que estaban a la mesa con ellos. (Lucas 5, 29)

  • cómo entró en la Casa de Dios, y tomando los panes de la presencia, que no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, comió él y dio a los que le acompañaban?» (Lucas 6, 4)

  • Un fariseo le rogó que comiera con él, y, entrando en la casa del fariseo, se puso a la mesa. (Lucas 7, 36)

  • El les dijo: «Dadles vosotros de comer.» Pero ellos respondieron: «No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente.» (Lucas 9, 13)

  • Tomó entonces los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición y los partió, y los iba dando a los discípulos para que los fueran sirviendo a la gente. (Lucas 9, 16)

  • Les dijo también: «Si uno de vosotros tiene un amigo y, acudiendo a él a medianoche, le dice: "Amigo, préstame tres panes, (Lucas 11, 5)

  • Mientras hablaba, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entrando, pues, se puso a la mesa. (Lucas 11, 37)

  • Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. (Lucas 12, 37)

  • Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se pondrán a la mesa en el Reino de Dios. (Lucas 13, 29)

  • Al contrario, cuando seas convidado, vete a sentarte en el último puesto, de manera que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba." Y esto será un honor para ti delante de todos los que estén contigo a la mesa. (Lucas 14, 10)

  • deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico... pero hasta los perros venían y le lamían las llagas. (Lucas 16, 21)

  • «¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: "Pasa al momento y ponte a la mesa?" (Lucas 17, 7)


“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina